Tengo que confesar que a mi la
PS3 me cayó del cielo, fue un regalo inesperado de algo en lo que yo nunca hubiera gastado un duro. Así que el cacharro ha pasado un año acumulando polvo salvo para ver ocasionalmente el
youtube o torturar a las visitas con las fotos de las vacaciones (a los vídeos no llego, no soy tan cruel). ¿Juegos?, había probado algunos (¡gracias sobrinos!) pero pocos me habían llamado la atención. Sí, muy bonitos a nivel técnico pero ninguno me enganchó, ¿
Bioshock? Venga ya hombre, mapas de dos pasillos y tres puertas, eso es para nenazas. ¿
Resistance? Con las horas de
Quake,
Doom,
Duke Nukem y similares que lleva uno, quien necesita un enésimo clon, debo estar viejo porque no aguanto diez minutos de esos juegos sin agobiarme. ¿
Assasin’s Creed? Bueno aquí he de decir que la cosa mejora, pero la bizarra mezcla de renacimiento y virtualidad acabó con mi interés….
Ya comenté aquí que lo mío eran las aventuras gráficas, desde los tiempos de los libros aquellos de
“Escoge tu propia aventura” las posibilidades de una ficción interactiva me han apasionado, por ello fui un
yonki de los juegos de aventuras conversacionales, y la edad de oro de la aventura gráfica en los 90 con títulos como
Darkseed,
The Dig,
Shadow of the comet, etc. por no mencionar los grandes clásicos de
Sierra o
Lucasarts supuso mis mejores momentos frente a un videojuego. Este género cayó en el agotamiento en parte ante su incapacidad de renovarse, y es que cuando uno tiene 15 años tiene todo el tiempo del mundo para probar las combinaciones posibles de objetos y puertas, pero a estas alturas a mi que no me busquen para dedicar horas para buscar si la puerta se abre con una llave o con un pepino.
Así que cuando empecé a oir hablar de
Heavy Rain como algo revolucionario en esto de la ficción interactiva, la verdad es que sentí curiosidad, pero uno ya está curado de espantos como para invertir 60 euros así como así. Claro que si te encuentras el juego en cuestión en casa de tus sobrinos (¡gracias de nuevo!), y éste ya ha pasado a “modo estantería” la cosa cambia y uno no se resiste. Después de un par de semanas de uso intensivo la conclusión es clara:
Heavy Rain es uno de los mejores videojuegos a los que he jugado, al nivel de la saga
Gabriel Knight (que para mi es mucho decir) y que los 60 euros es valor más que razonable para la experiencia entregada. Pero vayamos por partes….
El juego se podría calificar de “película interactiva” (me niego a llamarlo aventura gráfica) en el que tomamos el control de cuatro personajes diferentes durante las investigaciones que deben llevar a encontrar a un asesino en serie bastante cabroncete y macabro que parece una mezcla entre
Hannibal Lecter y el payasete de
Saw. El juego está estructurado en secuencias con mucho componente cinematográfico en las cuales en determinados momentos solo miramos la acción y en otros tomamos el control de los personajes. Lo mejor es que las secuencias no interactivas son siempre breves y concretas, nunca te agobias esperando, cosa que me ha hecho cabrearme y abandonar otros juegos. Lo del componente cinematográfico viene porque está realmente cuidado el montaje (en cuanto a que podemos hablar tranquilamente de planos, encuadres y demás), los decorados, ambientación, la banda sonora, actuación (voces) y en general todos los detalles entre los que ya no menciono los técnicos, que son estupendos, como se le supone a algo que cuesta 60 eurazos, ¡que menos!.
Uno se enfrenta a
Heavy Rain sin saber muy bien que va a encontrarse y se encuentra con la sorpresa de que entre investigaciones y tortas toca hacer no pocas tareas domésticas como hacer tortillas, cuidar bebés, ducharse, poner la mesa, echar un polvete…. cosa que acaba resultando muy entretenida gracias al ingenioso sistema de control basado en cosas tan simples como pulsar una tecla en el momento adecuado, una combinación de teclas en el ritmo preciso o saber regular la velocidad o posición del controlador (cosa que incluye moverlo como un poseso arriba y abajo o dar mamporros con él –literalmente- lo que causa por cierto bastante vicisitud cuanto tu mujer te pilla in fraganti). Al principio la acción se basa más en estas cosillas y en diálogos pero conforme avanza el argumento las tortas, persecuciones, luchas y demás van ganando peso. He de decir que la forma en que están resueltas estas secuencias es brillante, puede que para algunos sea simplemente pulsar una tecla en el momento preciso, pero si estás inmerso en la acción, el chute de adrenalina es considerable, cosa que hacía lustros que no experimentaba con un videojuego. Y durante el juego tenemos más posibilidades de interactuar como seleccionar la posición del personaje en un diálogo, tomar decisiones concretas, o investigar con un curioso cacharro virtual tipo
“Minority report” para entendernos.
La secuencias de acción por decirlo de alguna manera son como el videojuego aquel de
“Dragon’s Lair”: En los 80 cuando las máquinas arcade tenían estupendos gráficos de cuadraditos de píxels del tamaño de un garbanzo, esa máquina fue un fenómeno, se trataba de acción reproducida en
Laser Disc con calidad de dibujo animado currado que ofrecía interactividad gracias a hacer saltar el vídeo a un momento u otro dependiendo de las pulsaciones de los controles. Y la espectacularidad de la coreografía de los combates y el método de control me recordaron inmediatamente a esa magna saga de juegos. Dependiendo de lo cazurro que uno sea con en mando y de si se acuerda de que el triangulito es el botón de arriba y la cruz el de abajo cuanto tenga décimas de segundo para pensarlo, creo que es importante ajustar el nivel de dificultad a algo que nos suponga el reto. Yo que estoy algo oxidado en esto lo puse a nivel intermedio y no pocas secuencias de acción me supusieron un reto que provocó el citado efecto adenalítico. Si eres un “hard gamer” póntelo a tope sin dudarlo.
Pero el tema principal es el nivel de interactividad y hasta que punto uno tiene la libertad de hacer fluir la historia por diferentes caminos. La respuesta es que pese a tener (creo) seis finales posibles, la rama principal de la historia es bastante inamovible y no vas a llevar la historia por cualquier camino sino que puedes morir antes o después o superar o no algunas pruebas, lo que unido a algunas decisiones que tomes hará que pasen unas cosas u otras y marcará el orden en que pasan. Esto quizá suene decepcionante para algunos pero la experiencia realmente merece la pena, y no solo merece la pena una vez, sino que explorar los recovecos de la trama merece mucho la pena. No explico más para no reventar nada a nadie, eso abajo en los spoilers.
Decir que el argumento está cuidado y el guión es una de las virtudes del producto, lo que hace que no pierdas el interés y tengas la motivación de seguir vivo para seguir averiguando que pasa. No deja de visitar lugares comunes del cine de psicópatas, pero en general es digno de mención como así deben haber visto los productores que tienen los derechos para una versión cinematográfica que en las manos adecuadas podría dar para una película muy maja, estaremos expectantes.
Pues eso, que ya no pensaba que algún video juego me pudiera hacer recuperar el interés en el medio: ¡Mierda!, ¿
1001 cosas más que no haré?
Y ahora…… ¡Los Spoilers! (bueno tampoco tanto)……. Pero si quieres jugar sin saber nada no te leas lo que sigue……
……….
Creo que vale la pena en una primera partida dejarse llevar y hacer fluir la historia tomando las decisiones que uno crea, y nunca parar o repetir una secuencia si algún personaje muere o creemos tomar una decisión equivocada. Será tu historia y el final al que llegues será “tu” final y vale la pena no prostituirlo haciendo guarreridas como repetir una secuencia si mueres o volver a empezar, ¡asume tus decisiones que ya eres mayorcito!. Yo no cambio mi primer final y eso que me perdí medio juego, pero en eso el juego es consecuente, si todos tus personajes palman, el juego se acaba.
Si mueres, el placer de repetir una secuencia de acción (siempre a partir de la segunda vez que juegues, recuerda) es grande. Las posibilidades son muchas y te sorprendes de ver que dependiendo de cómo encajes o atices un golpe, toda la “coreografía” es diferente. La verdad es que el trabajo que lleva detrás el artefacto es digna de admiración.
Para la segunda partida, ya puedes hacer un poco de trampa (si quieres) e intentar llegar al final con todos tus personajes vivos, que es el camino más largo posible y el que más pantallas y tiempo de juego ofrece. El inconveniente dependiendo de donde retomes la partida es que hay determinadas secuencias que habrá que volver a jugar, es un mal menor atendiendo a que alguna se las secuencias que puedes perderte es realmente espectacular. Personalmente no he sentido la necesidad de una tercera intentona, dado que en la segunda guarreé todo lo que me dio la gana. Me quedaron algunas duda sobre si algunas acciones ofrecían secuencias que me perdí pero uno ya tiene otras prioridades, coñe.
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