Pero en paralelo mi concepto del espectáculo musical también cambió. Durante muchísimos años he estado convencido de que cuatro tíos con sus instrumentos eran todo lo necesario para ofrecer el mejor concierto posible, y si una banda necesitaba más cosas es que no era suficientemente buena haciendo música. Pero convertirte en un enfermo del rock progresivo evidentemente no es compatible con esa opinión, ya sabéis: cuanta más parafernalia mejor. Así que cuando me dejaron los DVD de "Kissology" con toneladas de actuaciones suyas de todas las épocas se me cayeron las pelotillas al suelo. ¿Como había yo estado pasando de esto toda mi vida?, si visto ahora parece el grupo de mis sueños húmedos. Joder, si los hubiera descubierto con 14 años, hubiera sido un yonki de ellos toda mi vida, pero es que cuando yo tenía 14 años estaban en su etapa hair-metal desmaquillada y me temo que poca gente les hacía caso por aquí entonces.
Os comento el libro : "KISS behind the mask" de David Leaf y Ken Sharp publicado por la editorial americana Grand Central, creo que me costó unos 25 euros en Amazon incluyendo gastos de envío. La verdad es que el libro está bastante bien. 420 paginazas estructuradas de una manera algo curiosa: Una primera parte de unas 100 páginas escritas en 1979 con la biografía del grupo hasta la fecha, imprescindible por tanto para conocer al dedillo a los personajes y su primera etapa. Una segunda parte recorre ya toda su carrera hasta el nuevo siglo y repasa los acontecimientos clave de sus inicios a través de nuevas entrevistas. Y acaba con una tercera parte que ocupa prácticamente la segunda mitad del libro dedicada a recorrer en detalle su discografía, valorando los propios miembros del grupo los álbumes y comentando vicisitudes de la composición y grabación de cada uno de ellos. Obviamente esta parte no es para el lector ocasional, pero resulta de lo más interesante leer como sin ningún tipo de complejo reconocen que tal tema lo compusieron porque querían que sonara como el "Burn" de Deep Purple, o tal otro querían que sonara como determinado tema de Mott The Hoople, Free, Stones, New York Dolls..... o incluso como otros temas de ellos mismos, reconocen también sin complejos.
Hay que decir que al estar basado principalmente en entrevistas con el grupo, un cierto tonillo hagiográfico hace que te quede la sensación de que la vida de estos pollos da para más (aunque no son moco de pavo como se reparten puyas entre ellos, algunas bastante brutales o dan jugosas pinceladas de sus desfases sexuales y alcoholicos). Los entresijos de las compañías discográficas durante los 70 no dejan de asombrarme, y conocer de primera mano como inflaban los datos que enviaban a Billboard sobre la venta de discos (datos que nadie parece que se molestara en validar) tiene su punto. También el leonino contrato con Casablanca Records que les obligaba a editar un nuevo álbum cada seis meses, de ahí la necesidad imperiosa de sacar temas plagiando lo que se les pusiera delante. Y claro "conocer" a personajes tan pintorescos como Gene Simmons (¡su grupo favorito son The Beatles! y su vocación de actor que le llevó a protagonizar obras maestras como esta), Bill Aucoin (el mánager que les llevó a lo más alto), Neil Bogart (el propietario de Casablanca Records) o Ace Frehley tiene su punto.
El libro me parece altamente recomendable para fans del grupo o quienes tengan curiosidad en ellos. Para lectores más ocasionales me temo que pueda resultar enciclopédico y su estructura no ayuda a digerirlo fácilmente. Yo me lo he pasado pipa y he disfrutado un montón descubriendo toda la discografía del grupo con su compañía, la verdad.
Dejamos para un segundo post una valoración y pequeño comentario de la discografía de este grupo (que adelanto no me interesa sino en una parte), porque es épico el esfuerzo que hicieron para llegar a lo más alto pero titánico como se curraron sin descanso pegarse la mayor hostia posible, pero de eso hablamos en otro post...
Os dejo con su mejor tema, el primero de su primer disco: