"¡Viva el vino!" (Mariano Rajoy, 2007)

De la Radio a Spotify (El post de los formatos de audio)

Los que tengáis canas, panza, calvas, problemas de erección o todo ello junto, seguramente hayáis pasado por todos los métodos de consumo musical aquí expuestos. Pero quizá un chaval de quince años se pone hoy en día delante del ordenador, se enchufa a Spotify y le parece la cosa más normal del mundo, así que valga este post para recordar que la historia no se escribe en avances kilométricos, sino en pequeños pasitos que te van conduciendo a algo. Y como vereis, el tema Spotify me parece tan grandioso que me permito llamarlo "la nueva era" o la era "post-MP3". Allá, vamos:

i) Era Jurásica (o de la radio)

Año: -30 antes de la era Spotify
Artefacto: Radio AM/FM
Calidad Sonora: Decente en FM
Portabilidad: Pues sí, te la podías llevar por ahí
Inconvenientes: A merced de los cabrones de los disk-jockeys, que cortaban todas las canciones además de seleccionar con el culo lo que pinchaban (o mejor dicho pinchaban lo que comercialmente les daba pasta). Por increíble que os parezca a algunos, ésta era la principal fuente de música.
Molaba porque: La infinita riqueza del dial te llevaba de las confesiones de Encarna Sánchez a las divagaciones cinéfilas de Carlos Pumares. Mi infancia no hubiera sido igual sin una radio a la que estar pegado.

 ii) Era Neolítica (o de los soportes físicos)


Año: -28 antes de la era Spotify
Artefacto: The Cassette
Calidad Sonora: Con la fuente adecuada y el equipo adecuado, podía salir una cosa muy (pero que muy) apañada.
Portabilidad: ¡¡¡¡El Walkman!!!!, quien no haya salido a hacer footing con un ladrillaco pegado a la cintura no sabe lo que es currarse la música.
Inconvenientes: Dos muy grandes: Rebobinado, vaya puto coñazo rebobinar toda la cinta para volver a escuchar la misma cara. Y búsqueda, acababa siendo imposible encontrar una canción a no ser que fueras tan friki de apuntar la posición del contador para cada canción, cosa que no te servía al cambiar de reproductor... 
Molaba porque: Evidentemente porque podías PIRATEAR a saco, para que luego se diga que eso es nuevo desde que hay internet.


Año: -26 antes de la era Spotify
Artefacto: Vinilo 33 r.p.m.
Calidad Sonora: Insuperable, deja en pañales a cualquier CD.
Portabilidad: Cero patatero. No es su punto fuerte.
Inconvenientes: Obviously que era un medio para comprar material original, pero ah... esa calidad de sonido, esas carpetas increíbles, oh.... esas ediciones especiales, uh..... esa magia en el ceremonial de pinchar la aguja,..... eh.... paro que voy a llegar al clímax..
Molaba porque: Porque molaba y punto. De hecho no molaba, sigue molando y yo sigo comprando vinilo, como debe ser.




Año: -22 antes de la era Spotify
Artefacto: CD
Calidad Sonora: Se pulieron el rango de frecuencias del vinilo pero a cambio por lo menos eliminaron los ruidos de fondo. Pero la transición se hizo con el culo, la mayoría de primeras ediciones en CD sonaban infinitamente peor que sus equivalentes en vinilo. Con el tiempo salieron las ediciones requeteremasterizadas y pagamos por la misma música n veces.
Portabilidad: Óptima en el coche (cuando consiguieron hacerlo bien), el diskman no era mucho más pequeño que un walkman pero va, digamos que pasamos de ladrillaco a paquetico.
Inconvenientes: Que los muy cabrones dejan de escucharse con el tiempo. Tengo ya demasiados CDs originales (algunos de no más de 10 años de antiguedad) que los muy hijos de su madre ya no funcionan. Ira es lo mínimo que se me ocurre. Respecto al empaquetado demasiados como para listarlos aquí.
Molaba porque: Reducías algo el espacio necesario para tu colección (tampoco demasiado), accesibilidad a las canciones, ah!, y sirve como posavasos o para asustar a los pájaros.



Año: -14 antes de la era Spotify
Artefacto: CD-R
Calidad Sonora: Pues la misma que el CD. Por primera vez uno podía hacerse una copia IDÉNTICA de un disco original, con indistinguible calidad de sonido. Esto por aquel entonces tenía tanto valor para algunos que por ejemplo, la primera unidad grabadora de CD-R que me compré me costó la friolera de 60,000 pesetas de la época (casi 400 euros de hace 14 años). Como lo leéis.
Portabilidad: Pues igual que el CD pero sólo cuando todos los cacharros te los cogían, que al principio anda que no había problemas. Recuerdo ir a comprar mi reproductor para el coche llevando CD-R para que me demostraran que funcionaba.
Inconvenientes: Que empezó a ser tan fácil incrementar tu colección que ésta iba creciendo hasta inundarte, y si eras un puto friki como yo que fotocopiaba todas las portadas, booklets y todo lo habido y por haber acababas con toneladas de papel que archivar junto a los CDs. Aún estoy inundado de material por este síndrome de Diógenes musical que nos cogió a algunos.
Molaba porque: ¡Pirateo perfecto!



Año: -11 antes de la era Spotify
Artefacto: Minidisc
Calidad Sonora: Impecable, de hecho la capacidad original era de 74 minutos (igual que un CD), pero posteriormente desarrollaron formatos comprimidos que cuadruplicaban la capacidad sin pérdida aparente de calidad.
Portabilidad: Suprema, era su razón de ser. Por primera vez te podías mover con un reproductor en tu bolsillo de tamaño inapreciable, y con discos de un tamaño minúsculo.
Inconvenientes: Poquitos, fui un gran fan de este formato, nunca lo usé para almacenar (para eso tenía los CD/CD-R), pero como mobilidad era la puta bomba.
Molaba porque: Pequeño, práctico, la batería duraba 10 veces la que un discman, brutal....

iii) Edad Media (o del MP3)




Año: -9 antes de la era Spotify
Artefacto: Napster
Calidad Sonora: Entramos de lleno en la era MP3, el antes y después dentro de los formatos de audio. Pues dependiendo de la compresión, cercana al CD.
Portabilidad: Increíble, creo que ya hay reproductores del tamaño de una moneda. O directamente los auriculares son el reproductor.
Inconvenientes: Antes de que las discográficas se lo cargaran con el famoso juicio promovido por Metallica, y con las conexiones que había por aquel entonces en España, creo que conseguí bajarme tres o cuatro canciones en dos años. Una puta mierda vamos.
Molaba porque: Prometía emociones fuertes, pero en la práctica nunca me sirvió de nada.... además de hacerme coger importantes cabreos (los que empezasteis a navegar con módems os acordaréis de los cortes de conexión, tarifas por minutos, etc....)




Año: -5 antes de la era Spotify
Artefacto: Soulseek, AudioGalaxy...(Pongo estos dos ejemplos pero había otras muchas aplicaciones)
Inconvenientes: Que queréis que os diga, conforme empezaron a llegar los ADSL alguna cosa podías empezar a ir consiguiendo pero siempre acababa desesperado y mandaba las descargas a tomar por ahí. Además de los cabrones que no te permitían coger su música si no les molaba la tuya y cosas por el estilo.
Molaba porque: Sí, podías encontrar cosas muy raras e inencontrables siquiera en CD.


Año: -4 antes de la era Spotify
Artefacto: eMule, bitTorrent, ... (P2P genéricos)
Inconvenientes: El mundo eMule siempre me ha parecido una mierda (eso de buscar un CD de Metallica y que te aparezca uno de Mago de Oz no tiene nombre) pero ah! el mundo torrent ha sido mi felicidad musicófona por encima de cualquier otro método. ¡Eso si que funciona!
Molaba porque: Rápido, eficaz, limpio, bueno, bonito y barato.


 
Año: -3 antes de la era Spotify
Artefacto: Descarga directa desde sitios que "se hacen los locos".
Inconvenientes: Pese a ser un gran invento, he acabado por odiar las búsquedas de enlaces, las esperas, etc.
Molaba porque: Con frecuencia encontrabas tías en pelotas buscando enlaces o en los tiempos de espera.


iv) Edad Actual



Llevo algunos días en estado de shock, desde el Domingo estoy utilizando Spotify y no salgo de mi asombro. Lo había intentado antes pero entre la necesidad de invitaciones y las limitaciones de versiones previas el asunto no me había quitado el sueño. Pero esto de Spotify es..... ¡¡¡¡BRUTAL!!!!, joder toda la discografía universal accesible AL MOMENTO, sin tener que descargar NADA, ni preocuparte de espacio de almacenamiento, encima todo ordenado, con sus portadas, estructura de álbumes (novedades incluidas). Por fin parece que alguien se da cuenta de hacia donde debe ir el mercado del entretenimiento (que alguien saque algo parecido para pelis ya por favor). ¿Que me tengo que tragar un pelín de publicidad?, nunca la había dado por mejor empleada, y no descarto abonarme para librarme de ella, sería la mejor inversión posible. Con toda esa música (que comprende el 95% de mis CD, muchas rarezas incluidas) uno se replantea hasta si tiene sentido mantener colecciones de CDs elefantiásticas. Y lo mismo con los HDD a petar de MP3.....

Y que decir de las escuchas para probar un grupo o evaluar algo, nada de perder el tiempo en buscar, nada de ocupar espacio de disco, A LA MIERDA las descargas. VIVA EL STREAMING. La nueva era, y joder, sinceramente, ya tardaba.

Para ser completamente feliz solo me falta que le pongan el año correcto a las reediciones (es que toda la discografía de los Stones aparece como de 2009, fecha de la remasterización). ¡Ah! y que ignoro que va a pasar cuando ese contador de límite de 20h de uso llegue a cero, creo que necesito algo así como un código de invitación para librarme del problema, ¿alguien me ayuda?

¡30 años de espera han valido la pena!

"The Cove", un gran documental... ¿poco documentado?

Los japoneses son unos cabrones porque matan delfines a escondidas para colocar su carne como carne de ballena a sabiendas de que está contaminada con mercurio y que es altamente perjudicial para la salud. Además el gobierno encubre estos hechos para que la población nipona no se entere del pastel y manipula a la asociación para la defensa de los cetáceos comprando los votos de países del tercer mundo y así evitar la prohibición de su pesca. Punto final. Los autores del documental ya me han transmitido el mensaje y como ya estoy concienciado ya puedo ir a esta web y donar pasta para la causa. ¿Sí?

No suelo seguir mucho el mundo documental porque me suele repatear la frecuencia con que sus autores ofrecen una visión parcial de una realidad, tito Moore incluído (o a la cabeza). Ciertamente la historia de Ric O'Barry es interesantísima: como entrenador de delfines participó durante años en la serie de los años 60 “Flipper”, hasta que se dio cuenta de que los delfines en cautividad sufren un estrés que les puede llegar a provocar la muerte. A partir de ese momento Ric decidió dedicar su vida a divulgar este hecho y a oponerse a la cautividad de los delfines, liberando a todos los que se le ponían por delante. Ahí ciertamente hay una gran historia.

Luego resulta que en Taiji, una pequeña localidad japonesa ocurre anualmente una captura de delfines que busca satisfacer la gran demanda de estos animales para parques acuáticos, y ya puestos como que sobran unos cuantos, los llevan a una ensenada donde pasa algo que las autoridades locales intentan mantener oculto por todos los medios a su alcance. Cuando después de un peliculero montaje para conseguir las imágenes vemos lo que pasa allí (una cabronada sin nombre ciertamente), no es que nos sorprendamos porque es lo que cualquiera se podía esperar. Digamos que el McGuffin de mostrar lo que todos sabemos le da a la película unos entretenidísimos minutos de “acción real”.

Dejarme hacer de abogado del diablo: Es evidente que es cruel matar delfines de esa manera, pero también lo es matar toros pinchándoles con todo tipo de artefactos, el sacrificio de las terneras que nos zampamos, la caza, o la pesca de otras muchas especies para las que tampoco es ajeno el uso del arpón. Así que una de las preguntas que me iba haciendo viendo la película era: “Vale, todo esto es censurable, pero… ¿es algo tan extraordinario?”, porque a uno le puede disgustar más o menos pero la pesca de delfines no está prohibida. Y los autores lo demuestran añadiendo ingredientes: Acaban necesitando más argumentos para justificar su posición, porque cuando parece que hacer todo eso está mal porque los delfines son amigos de los hombres y ya se les putea bastante en cautividad, van y se sacan de la manga el asunto del mercurio y el engaño de vender carne de delfín por carne de ballena. Sí, los delfines están jodidamente contaminados con Mercurio, por lo que zamparse esa carne te derrite las neuronas en un plis. Si el problema es que se matan delfines brutalmente, se denuncia y punto, mezclarlo con que el uso de esa carne es fraudulento me parece que hace perder foco a la historia.

Igualmente su demostración de que la sociedad nipona es desconocedora de lo que se cuece consiste simplemente en preguntar por la calle a cuatro despistados que responden lo mismo que respondería yo si me preguntan: “¿Comes carne de lince?”. Japón es un país con unas tradiciones milenarias de las que se sienten muy orgullosos y toleran muy mal que nadie les diga lo que tienen que hacer. Así que si alguien va a cuestionarles algo lo más probable es que todo el mundo se haga el loco. Vamos que no dudo ni por un momento de que el asunto es sabido por todo cristo en el país del sol naciente y conociendo un poco a aquella gente, lo apoyan por completo. Por tanto, mientras los autores del documental nos intentan endiñar que hay que destapar el pastel para que la sociedad japonesa tome consciencia del problema, el quid de la cuestión es que es imposible cambiar esa mentalidad mientras quede un solo pez que zamparse. Pero claro, el primer objetivo es de aquellos por los que se puede montar una “causa” a la que sacarle cierto jugo, el segundo es directamente imposible.

Pero bueno, en cualquier caso y siempre que no se sea tan rebuscado como yo, me ha parecido un gran documental, con una gran historia (la de O’Barry) y el asunto de Taiji que es una gran excusa para darle un poco de acción al asunto, y lo cierto es que uno no se aburre ni un momento. Ciertamente también es interesante enterarse de las actitudes mafiosas niponas con la compra indirecta de votos y sobre todo, el canguelo que te coge con el tema del mercurio, yo porsiacaso creo que voy a dejar de comer los pescados de este enlace en cuanto consiga traducir sus nombres.

Valoración: 7/10 . 

Quatermass Rock : Pineapple Thief (o de como conseguirlo después de 10 años)


Pineapple Thief es un grupo que he venido siguiendo desde hace bastante tiempo. A medio camino entre unos Radiohead en su vertiente más melódica (era "OK Computer") y unos Pink Floyd sinfónicos, lo suyo ha sido ir añadiendo ingredientes poco a poco para mejorar la receta siempre con muchas ganas y paciencia, porque les ha costado lo suyo llegar al reconocimiento unánime que están consiguiendo con este "Someone here is missing". La receta ahora contiene musculosas guitarras que me recuerdan por momentos a Tool, momentos de rock industrial que nos traen a la memoria a los Nine Inch Nails, y sobre todo unas composiciones a prueba de bomba absolutamente irresistibles, solo tenéis que pinchar en el currado video-clip que os pongo correspondiente al tema que abre el álbum. Por el camino se han quedado parte de las estructuras abiertamente progresivas de otros álbumes y esta vez han cocinado un álbum directo pero no por ello menos elaborado que contiene trallazos del calibre de "Show a little love", perfecto compilado de todas las influencias citadas.

Una bomba de relojería por descubrir que vuestro amado Dr. tiene a bien recomendaros. Por cierto que me congratulo sobremanera de poder ir trayendo ultimamente grandes álbumes a esta sección que ya sabéis que no comenta medias tintas, solo lo que me parece sobresaliente. Aunque bien pensado, dado que por el camino se han quedado tantos álbumes evaluados que no han llegado al nivel de excelencia requerido para la sección quizá debería crear un post sobre los que se quedaron en el camino para hablar de Joanna Newsom, Pain of Salvation, Standstill, Orphaned Land o Coheed And Cambria, autores de álbumes más que correctos pero que me niego a recomendar abiertamente.


 

40 Años de Monty Pyhton: "Not the Messiah (He's a Very Naughty Boy)". La mejor celebración posible.

Los seguidores de Monty Python, esos imprescindibles de la cultura popular de los últimos 40 años, estábamos a la espera del lanzamiento en DVD de la premiere del oratorio cómico "Not the Messiah (He's a Very Naughty Boy)", compuesto por Eric Idle y John Du Prez (co-autores del musical "Spamalot" y las canciones de "El sentido de la vida"), y que recrea la película "La vida de Brian" en un formato francamente sorprendente, a caballo entre la ópera, el musical, y la puesta en escena de los gags más famosos de la película. Para ello el montaje de lo que ocurrió el pasado 23 de Octubre en el célebre Royal Albert Hall de Londres no podía ser más grandioso: una orquesta sinfónica, una inmensa coral de 140 voces, unos maravillosos solistas (entre las cuales me ha robado el corazón la soprano Shannon Mercer), y.... la presencia del propio Eric Idle (uno de mis Pythons favoritos, sin duda) como maestro de ceremonias, además de nada menos que Terry Jones, Michael Palin y Terry Gillian, dando entidad a lo que Idle califica al comienzo del evento como "la celebración del 40 aniversario de Monty Python" (aunque hay que decir que lo de Gilliam es meramente testimonial).

Tengo que recomendar este DVD a cualquier fan de los Python, los 90 minutos que dura se me pasaron volando ante la maravillosa composición de Idle y Du Prez, musicalmente de un gran nivel y sobre todo divertida, tan divertida como la película en que se basa. Es sorprendente que gags célebres de esa película funcionen tan bien en este formato. Además el tono festivo del evento se respira en todo momento de manera que supone un chute a la vena de buen rollo y optimismo. Una gran sorpresa que seguramente acabará convertida en musical (no me creo que unas composiciones tan buenas se queden en un evento de una sola noche y un DVD -aunque se ha estrenado en cines en algunos países-). Para recordar sin duda la canción que recrea el famoso gag de "¿que han hecho los romanos por nosotros?" (imposible quitársela de la cabeza) o la recreación de la famosa escena "¿Crucifixión?.....No, libertad...." o el grand finale con el inevitable "Always look at the bright side of life" seguido de una descacharrante recreación del famoso número del leñador del "Monty Python Flying Circus".

Una gran mezcla de música y humor, que engrandece la herencia y el legado de estos mitos. Y que no puedo dejar de recomendar.

El trailer:



Y por si alguien no se acuerda del número del leñador:



Sociología del blogueo.... y tal....

Un día va uno y en lugar de ponerse a jugar a la PS3, enchufarse a ver la tele o practicar el onanismo, se le pasa por la cabeza.... ¡hacer un blog!. Y de repente ese pobre desgraciado se da cuenta de que solo en un mundo con millones de blogs, nadie va a reparar en su existencia, así que empieza a poner comentarios en otros blogs de temática parecida y los visitantes empiezan a aparecer y a dejar comentarios también...¡bien!. Y cuando empiezas a tener comentarios te das cuenta de que cuantos más comentarios pones tú más comentarios te ponen, y sin darte cuenta, de manera completamente visceral y me atrevería a decir que poco consciente te has convertido en un esclavo del blog. Tienes que publicar con frecuencia para que la gente venga a ver que se va publicando, responder los comentarios si quieres corresponder con quien ha tenido el detalle de comentar, pero además tienes que seguir poniendo comentarios en otros sitios o por muy consolidado que estés apenas nadie te comenta, con lo cual el número de horas que dedicas a escribir y actualizar el blog, más el número de horas que dedicas a leer y comentar otros blogs te ha absorbido todo tu tiempo libre y ya no puedes hacer aquello que ha motivado poner tu blog (ver películas, escuchar discos, o hacer macramé), decirme que sentido tiene. Si explico todo esto es porque quizá no es evidente para un visitante ocasional, los que tenéis blogs sabéis de que va esto. Y lo mismo con los "seguidores" o los enlaces, otra moneda de cambio.

Y a lo que me niego es a aceptarlo. Siento si he pasado a no comentar en sitios donde antes lo hacía, de verdad que aprecio mucho el contenido de la mayoría de blogs, pero es que he decidido leer solo aquellos que realmente me interesen y pueda dedicar a una visita el tiempo que se merece (¿porque mis estadísticas dicen que la mitad de las visitas a mi blog duran 15 segundos?). Se acabaron las visitas relámpago. Tampoco voy a dejar un comentario si no tengo nada que aportar. Lamentablemente mi tiempo libre es limitado y no le veo sentido a leer deprisa y corriendo 10 blogs, prefiero leer 4 como Dios manda. Y ojo que si tuviera un montón de tiempo libre ni me plantearía esto y me tragaría un montón de blogs porque hay muchos de calidad. Ahora que también habría que hacer un poco de examen de conciencia a ver si lo que publicamos aporta algo, porque ha habido algún día de esta semana en que si no tenía en el "blogroll" 10 blogs con un post sobre "Kick-Ass" no tenía ninguno.


Yo por mi parte, en cuanto a publicación voy a pasar a publicar de otra manera y sobre otros temas, de momento mi idea es hacer ciclos de tres posts, uno sobre cine (que creo que raramente será sobre novedades e intentaré que sea sobre algún tema o director), uno sobre rock comentando novedades o historietas de bandas clásicas que me gustan y otro con historietas varias (como esta), que para eso es un blog, ¿no?. También creo que se van a acabar los pies de foto, cajones de sastre y todo aquello que me tome más tiempo en formatear del que estoy dispuesto a dedicar a esta afición, todo es cuestión de hacerlo sostenible. Y si tengo que sacrificar algo que sea la frecuencia de publicación, si en lugar de tres posts a la semana publico dos con la calidad que yo quiero, pues eso se habrá quedado por el camino. Se trata de hacer algo a lo que le veas sentido y que en lugar de ser un agobio sea algo que te apetezca hacer.

Y ojo que cada uno postee y comente como le de la gana, ¡faltaría más!.

Cannibal: The Musical + Orgazmo = Parker + Stone pre-South Park


En el post de cine de la semana pasada hablábamos de Blockbusters, la película con menos presupuesto contaba con 40 millones (“Kick-Ass”). Esta vez toca hablar de películas con 125,000 dólares de presupuesto. La cosa fue que de la siguiente manera: Investigando por la red sobre películas freaks de súper-héroes, di con algunos comentarios sobre  “Orgazmo”, artefacto inenarrable sobre un predicador mormón que acaba metido en la industria del porno y convertido en súper-héroe. Dirigido y protagonizado por Trey Parker, uno de los creadores de la serie “South Park” en 1997 apenas salido de la universidad. Matt Stone, el co-creador de la famosa serie también aparece como actor. Después de disfrutarla bastante, me encuentro en los documentales del DVD referencias a una película realizada por Stone y Parker anteriormente cuando aún eran estudiantes: un western musical sobre caníbales, “Cannibal!: The musical”. Vamos a comentar estas extravagantes propuestas, empezamos por orden cronológico….

Pues “Cannibal! The musical” se la curraron Stone y Parker durante su último año en la universidad con el exiguo presupuesto citado. De hecho, tuvieron que esperar más de tres años hasta que una distribuidora se decidió a estrenarla, cosa que fue de la mano de TROMA, no podía ser de otra manera. La película pone en imágenes la historia real de Alferd Packer, un explorador que en 1874 fue acusado de canibalismo tras perderse en las montañas rocosas camino de Colorado. De la mano de números musicales cachondos (mejor realizados de lo que daría a entender su presupuesto), comedia negra con mala leche (con unos gags más afortunados que otros eso sí), algunas escenas gore realmente geniales, barbas postizas que cantan como almejas, y unas interpretaciones profesionalmente amateurs, somos testigos de la historia de este personaje que accidentalmente se ve realizando de guía para un grupo de extravagantes personajes en una desastrosa ruta hacia “Colorado territory” que les lleva a zamparse unos a otros para no morir de hambre. No se pueden pedir peras al olmo, pero para ser un film de debut realizado de forma prácticamente amateur, me parece más que recomendable para pasar un rato divertido, yo la verdad es que la disfruté y me reí bastante. Me recordó bastante a Monty Python, por cierto.

-Aquí un amigo en pleno momento de realización personal pre-canibalización-


Llegamos a “Orgazmo”. Esta vez el presupuesto fue un poco más holgado (aunque tampoco mucho: sobre un millón). Nada de estrellas (salvo que alguien considere a Ron Jeremy una estrella), y básicamente los mismos interpretes de la frikada del musical caníbal. Por cierto, que además de película sobre un pastor mormón que acaba como super-héroe después de convertirse en porno-star, el amigo Parker quería que fuera también nuevamente un musical cosa que lamentablemente no pudo ser ya que nadie se atrevía a poner la pasta. Pero bueno los niveles de extravagancia conseguidos son igualmente épicos. Como comedia sobre los entresijos de la industria del porno incluyendo sórdidos detalles la cosa funciona bastante bien (como esa actriz entrada en años que solo se mantiene en la industria haciendo el DVDA, cosa que no voy a explicar aquí, pero esperaros un gag no apto para estómagos sensibles). Algo menos currado está el aspecto super-heroico, con unos personajes algo cochambrosos y donde el máximo aliciente lo tenemos en el Kung-Fu “estilo hamster” de Choda Boy, el compañero de fatigas de Orgazmo e inventor del orgazmoreitor, el cacharro que provoca orgasmos instantáneos y que supone el principal arma de nuestro héroe. En general si uno se lo toma como divertimento (¿alguien se lo puede tomar de otra manera?) tenemos una comedia con momentos muy divertidos y una sana puesta en evidencia de las dobles morales made-in-USA contraponiendo el fundamentalismo religioso con la industria pornográfica. Aviso que quien se espere algo tan burro como Souh Park quizá salga decepcionado, pero yo me reí bastante, quizá porque iba con las mínimas expectativas. Y si no os gusta, como mínimo habréis frikeado un rato a gusto…


-Ron Jeremy / Jizzmaster se despide de vosotros y os recomienda verle en "Orgazmo"-



Valoraciones
Orgazmo: 6.5/10 
Cannibal: The Musical: 6/10

Fa vint anys que tinc vint anys

Pensaba pegaros un rollazo filosófico sobre lo jodido de cumplir los cuarenta pero que lo importante es sentirse jóven por dentro y tal, pero para que si ya Serrat lo dijo todo:



Hace veinte años que tengo veinte años, Veinte años y aún tengo fuerza, y no tengo el alma muerta, y me siento hervir la sangre. Y aún me siento capaz de cantar si otro canta. Hoy que aún tengo voz y aún puedo creer en dioses... Quiero cantar a las piedras, a la tierra, al agua, al trigo y al camino que voy pisando. A la noche, al cielo, a este mar tan nuestro, y al viento que por la mañana viene a besarme el rostro. Quiero levantar la voz, por una tempestad, por un rayo de sol, o por el ruiseñor que ha de cantar al atardecer. Hace veinte años que tengo veinte años, Veinte años y aún tengo fuerza, y no tengo el alma muerta, y me siento hervir la sangre. Hace veinte años que tengo veinte años, y el corazón, aún, se me dispara, por un instante de amar, o al ver un niño llorar... Quiero cantar al amor.
Al primero. Al último. Al que hace sufrir. Al que vives un día. Quiero llorar con aquellos que se encuentran solos y sin amor van pasando por el mundo. Quiero levantar la voz, para cantar a los hombres que han nacido de pie, que viven de pie, y que de pie mueren. Quiero y quiero y quiero cantar hoy que aún tengo voz. Quién sabe si podré mañana. Hace veinte años que tengo veinte años, Veinte años y aún tengo fuerza, y no tengo el alma muerta, y me siento hervir la sangre.


Rattle & Hum (1988) -O de U2 y un adolescente- ....Rock Movies by TQX....

Phil Joanou, 1988
Pues mira, lo que tiene acercarte a la cuarentena es que tu complejo de Peter Pan se acentúa y acabas volviendo una y otra vez a lo que te marcó en tu infancia y adolescencia. Por ejemplo, yo a los U2 los tenía crucificados desde el lejano ya 1997 en que sacaron su infausto “Pop” (que en su momento me pareció una mierda pero ahora veo que los amigos tenían unos cojones importantes). Otro día hablamos de la decadencia de esta banda, pero hoy vamos a hablar de la rampa ascendente que pasito a pasito los llevó a la cima del mundo en el “Rattle & Hum” de 1988, álbum que para algunos es el principio de la decadencia pero que para mí suponía mantener el nivel del increíble “The Joshua Tree” y evolucionar añadiendo muchas influencias americanas cortesía del gigantesco tour que les llevó por esas tierras el año anterior. Además se trata de uno de los pocos álbumes mezcla de estudio y directo que me parecen realmente grandes, siendo esa una combinación que no se porqué pero no suele dar grandes resultados. Y claro, una vez en lo más alto el grupo tenía que hacer lo que habían hecho los Stones, Led Zeppelin, The Who, y un largo etc: grabar su película (que entonces no era sacar un DVD, no cualquier grupo podía permitirse estrenar una película en cines).

Pero retrocedamos unos años que os voy a contar una historieta: U2 son para mí un grupo de “cassette”. Los conocí de la manera clásica, un compañero de instituto era fan y me iba pasando las cintas de todos los álbumes que yo metódicamente iba duplicando. Estoy hablando desde el “Boy” de 1980 (que curiosamente es uno de mis favoritos con esas atmósferas de corte gótico), hasta el imprescindible “The Unforgetable Fire” de 1984. Imaginaros que en un ataque de nostalgia estuve buscando en casa de mis padres esas cintas, las encontré y estuve escuchando los álbumes (que entre la calidad de sonido que debían tener en su momento tras varias duplicaciones y los casi 25 años transcurridos imaginaros como se oían). Además me encontré con la curiosidad que en una de ellas, revertiendo la carátula con la lista de canciones contenía la evidencia de que aquella misma cinta había contenido: “The trap door”, “Street Hawk”, “Firelord”, “Dan Dare”,… ¿a nadie le suenan?... ¡Juegos del ZX Spectrum!, imaginaros el drama de un pobre quinceañero sin un duro, vaya dilema: “The Unforgetable Fire” o “Firelord”, dudo que la elección me resultara fácil.

Pasa un añito y de golpe y porrazo U2 están en todos los medios con un despliegue promocional como solo a mediados de los 80 las discográficas podían permitirse: “The Joshua Tree” acabó llegando a mí de la misma manera, todavía no podía permitirme adquirir el anhelado vinilo. Pero por si no estaba suficiente enganchado, ese álbum acabó de hacerlo: Durante un tiempo fui lo que se suele decir un “fan”: iba con mi carpeta decorada con fotos y letras del grupo, me sabía las canciones de memoria, incluso llegué a valorar viajar a Madrid para asistir al famoso concierto en el Vicente Calderón que supuso su primer concierto en España.

Y llega 1988 y sale “Rattle & Hum”. Esa vez no se cómo lo hice pero conseguí que alguien me financiara las 1.800 pesetas que aún marca el vinilo que poseo desde entonces y que para las veces que debí reproducirlo, aún suena de forma impecable. Supongo que es uno de aquellos álbumes que uno no puede valorar de manera objetiva, a través de él descubrí tantas cosas que para mi sigue siendo intocable: La versión de “Helter Skelter” me descubrió a unos Beatles que entonces no conocía más allá de algún grandes éxitos, lo mismo podría decir de la versión del “All Along The Watchtower” de Dylan, y bueno el reguero de estilos americanos que rezumaba el álbum era como un curso iniciático, desde el blues con B.B.King “When love comes to town”, el gospel de la sorprendente versión de “I Still Haven’t Found What I’m Looking For”, las big band de “Angel of Harlem” y tantos otros toques americanos. Pero es que el resto de temas originales seguían manteniendo el nivel compositivo, temas como “Van Diemen’s Land”, “Hawkmoon 269” o “Heartland” eran de nivelazo, y qué decir de las versiones en directo de espléndidos temas no demasiado conocidos como “Silver and gold”.

Y después de todo el rollazo que os he metido llegamos a la película, estrenada en un número razonable de cines, demuestra hasta que punto U2 eran entonces lo más. Recuerdo como viví aquel visionado como si fuera la última película (antes amigos, no era tan fácil poder ver en directo a tus grupos favoritos). “Rattle & Hum” es una película que muestra a una banda en lo más alto de su nivel creativo y musical. Han podido tocar en estadios más grandes, pero nunca su repertorio ha sido tan redondo ni su nivel tan pletórico. Por supuesto los momentos cumbre de la cinta son las escenas donde despliegan su exploración por los estilos USA: Desde la grabación en los estudios Sun y el careto de Larry Mullen subido a la moto de Elvis, pasando por la interpretación junto a un coro de gospel, o el momentazo en que los U2 comparten el escenario con la banda de un B.B.King que reconoce no saber tocar acordes. También algunos momentos documentales que permiten conocer algo mejor al grupo, unos interesantes y otros algo videocliperos desgraciadamente, pero nada grave. Ver esas interpretaciones de lo más granado de su discografía (son muchos más temas que los que contiene el álbum) no tiene precio.

Me olvidaba de los discursos “políticos” de Bono: en “Silver and Gold” la cosa va contra el apartheid, en “Sunday Bloody Sunday” contra la hipocresía de los irlandeses que están felices de una revolución sangrienta (el IRA vamos), y en “Bullet the Blue Sky” la verdad es que no deja títere con cabeza. La verdad es que no soy muy amante de estas cosas (tu a un concierto vas a escuchar música no a que te sermoneen), pero ver la convicción de este hombre mientras amargamente lamenta el comportamiento hopócrita de esos irlandeses emigrantes en USA que no han vuelto a su país en 30 años es digna de mención.

Otro día hablamos de cómo se la pegaron, pero hasta “Rattle & Hum” (álbum o película, me da igual), este grupo marcó época y de lo que plantaron entonces aún viven. Dicho esto por alguien que ha tenido en el olvido a este grupo durante muchos años y que el visionado de la gran “It might get loud” le ha hecho volver a su adolescencia. Peter Pan, lo dicho.
Valoración: 8/10


¡Resultados Encuestas!


Bueno pues con algunos días de retraso aquí está el escrutinio de las encuestas que tuvisteis a bien responder. Si es que sois una audiencia que no tenéis precio, os piden votar y ale… ¡a votar! Definitivamente tenéis el virus de la democracia embebido en el cerebelo lo cual debería preocuparos porque vuestra adaptación en caso de venida de un régimen dictatorial sería realmente jodida.

Pero a lo que vamos, a la pregunta: “¿Que saga(s) de artículos cinéfilos te gustaría ver por aquí?... sin compromiso, ¿eh?”, respondieron 67 personas (multirespuesta) con los siguientes resultados:


Filmografía Billy Wilder
  24 (35%)
Filmografía Lars Von Trier
  18 (26%)
Harryhausen Movies
  17 (25%)
Filmografía John Ford
  17 (25%)
Filmografía Alex de la Iglesia
  16 (23%)
Cine Generacional 80's
  15 (22%)
Gondry / Kaupfman / Jonze
  15 (22%)
Saga Harry el sucio
  14 (20%)
Cine Quinqui
  13 (19%)
Saga Star Trek
  10 (14%)
Filmografía Rocco Sifredi
  10 (14%)
Saga Godzilla
  7 (10%)
Filmografía Pajares/Esteso
  6 (8%)
Filmografía Julio Médem
  4 (5%)

   
Veamos, si no contamos las propuestas coñeras que obviamente eran las filmografías de John Ford y Billy Wilder, nos sale que….  No hombre no, las propuestas coñeras ya sabéis cuales son (aunque no descarto reseñar un día “Los Bingueros” y lo digo muy en serio), así que queda claro que os molaría un repaso al amigo Wilder cosa que obviamente me apetecería. Para mi sorpresa dada la fobia reinante en la blogosfera para el Sr. Trier, ha resultado la segunda opción y ciertamente podría ser un futuro serializable. Los amigos Harryhausen, Ford y De la Iglesia están ahí muy cerca y bueno, nunca se sabe. Me mola que 13 personas hayan visto interesante el asunto quinqui, y me sorprende que el tema Star Trek no despierte más interés, pensaba que tenía más frikis entre mis seguidores, voy a tener que empezar a postear sobre quien ganaría el combate imaginario entre Gandalf y Darth Vader (cosa obvia por otra parte).

Pero pecadores de la pradera, pedazo de desustanciaos… ¿Cómo podéis haber despreciado de esa manera a los amigos Godzilla y Julio Médem?, como castigo os voy a hacer un serial interminable sobre las influencias de Godzilla en el cine de Médem, ¡es lo menos que tal desprecio merece!, y eso que el asunto Médem era uno de mis pensamientos más factibles, cosa que sigo amenazando con hacer, aunque no se para que hablo, si tengo hace meses empantanado el serial sobre Takeshi Kitano, pero oye nunca se sabe.

Lo que nos lleva a la segunda de las encuestas con enunciado: “¿Cuales de estos temas te interesan o dedicas tiempo?”, esta vez respondieron 61 personas (igualmente multirrespuesta) con los siguientes resultados:


Cine actual
  35 (63%)
Cine clásico
  34 (61%)
Rock clásico
  28 (50%)
Literatura
  26 (47%)
Rock actual
  25 (45%)
Cómic
  23 (41%)
Música Clásica
  18 (32%)
Arte
  15 (27%)
Videojuegos
  13 (23%)
Historia
  13 (23%)
Televisión
  10 (18%)
Tecnología
  10 (18%)
Deportes (actualidad)
  8 (14%)
Opera
  7 (12%)
Conspiraciones
  7 (12%)
Deportes (batallitas)
  6 (10%)
Política
  6 (10%)
Teatro
  5 (9%)
Juegos (rol/tablero...)
  4 (7%)
Otorrinolaringología
  3 (5%)
Cotilleos
  2 (3%)
Moda
  1 (1%)
Danza
  0 (0%)

Bueno los asuntos cinéfilos van a la cabeza, cosa normal por otra parte dado que este blog empezó como sitio dedicado exclusivamente al cine. Para mi alegría los asuntos roqueros van a continuación con la literatura ahí intercalada. Me sorprende la alta posición de la música clásica y la baja de los videojuegos, alguna explicación habrá… ¿algún sociólogo en la sala?. Y esta vez no me voy a quejar pero el magno arte de la danza (del que como mucho podría comentar acerca del relleno en el paquete de los bailarines) merece más que un CERAPIO, ¿no? Que hasta los cotilleos están ahí por encima. Pero bueno como los resultados de la lista están completamente invalidados ya que se me olvidó poner la opción “Porno” pues tampoco la vamos a tomar como referencia de nada…. ¿o sí?

¡Muchas gracias a todos por haber participado!


¡Ah!... ¿las fotos del post?.... si hombre, os voy a poner lo que votáis, ni que esto fuera una democracia....