"¡Viva el vino!" (Mariano Rajoy, 2007)

I am Ozzy (confieso que he bebido)


No os podéis imaginar cómo he disfrutado este libro, sin duda el sueño húmedo de los mitomanos rockeros, porque Ozzy es un mito y punto. Seguramente no es el mejor cantante de la historia del hard-rock, pero es un tipo carismático con algunos álbumes majetes, y claro el mérito de haber estado en una de las bandas clave de la historia del rock (ya no entro en la importancia o no de su contribución). La cuestión es que la vida de este hombre es para contarla, siempre viviendo al límite y no siempre de la manera más digna debido a sus alucinantes adicciones, el número de eventos cuanto menos "curiosos" que salpica su recorrido vital es mayúsculo. Y eso es lo que hizo el amigo Ozzy (ayudado por un "negro" no lo dudo): Relatar con pelos y señales los episodios claves de su vida, pero ojo, hacerlo de manera ingeniosa y divertida, con un lenguaje soez si se quiere, pero ¿alguien podía esperar otra cosa de este hombre?. Yo de verdad que me lo he devorado en pocos días (y corto no es).

Después de ver el subtitulo "confieso que he bebido" pensaba que la faceta musical quedaría en segundo plano para dedicar toda la extensión a temas de alcohol y drogas, pero nada que ver: Seguimos a Ozzy desde que era un crío y se dedicaba a robar en tiendas de ropa, sus primeros trabajos (como probador de bocinas o empleado de un matadero), su entrada en el mundo de la música, la formación y éxito de Black Sabbath, su salida, carrera en solitario, eventos clave de su célebre fase mediática a principios de los 80 relatados con pelos y señales (el ridículo accidente que le costó la vida a Randy Rhoads por ejemplo), su celebridad con la serie de "The Osbournes"..... Pero es que en el caso de Ozzy no se puede explicar por separado el tema de alcohol y drogas: Toda su puta vida ha sido un exceso de toda clase de substancias, así que todo va intercalado. Y como comento con detalles jugosos de la génesis de tal o cual canción o detalles personales de los músicos con los que ha tocado o convivido.

Todo ello explicado de manera que se adivina sincera y de forma terriblemente amena y divertida. Una joya.


Searching for sugar man ....Rock Movies by TQX....


Malik Bendjelloul, 2012
Ya comenté un par de líneas sobre este impresionante documental en el post anterior sobre las mejores películas del año pasado, pero esta cinta se merece figurar con todos los honores en mi panteón particular de Rock Movies. Y es que pocas veces se dan la mano tantos ingredientes: música, política, investigación detectivesca, y hasta filosofía, diría yo.... En realidad este documental (narrado casi como un thriller) viene a ser el sueño húmedo de los amantes del underground musical de los años 60/70, años donde la efervescencia creativa hacía que te encontraras con artistas increíbles que apenas tenían ocasión de sacar a la luz su música, tal era el poder de la industria del momento y tan caras las barreras para grabar y publicar para quienes no tenían un contrato bajo el brazo. ¿Que fue de aquellos artistas maravillosos?: Pues la mayoría cayeron en el olvido y se dedicaron a otras profesiones. Como mucho, algunos atesoran una grabación editada por una pequeña discográfica que es leyenda entre coleccionistas y apasionados de la época.


En este caso se narra la historia de Sixto Rodriguez, un cantautor norteamericano de origen latino que despierta el interés de la industria por sus letras reivindicativas y su musicalidad que comparaban nada menos que con Bob Dylan. Pero resulta que después de dos álbumes editados, la repercusión conseguida fue cero, así que el hombre desaparece del panorama público....... pero por algún motivo en Sudáfrica se convierte poco menos que en una leyenda sin que el propio Rodriguez se entere, su música fue abanderada de la libertad en el régimen del apartheid. Algunos apasionados se dedicaron durante años a seguirle la pista, intentando aclarar la leyenda de que harto de la industria discográfica, nuestro hombre se suicidó en escena pegándose fuego. Aquí arranca la narración con las investigaciones sobre qué fue de Rodriguez  y el increíble, apasionado y emotivo desarrollo y desenlace que prefiero no reventaros, es mejor descubrir por uno mismo todo lo que tiene que ofrecer este documental.

Me quedo con algunos momentos realmente increíbles como la entrevista con el ejecutivo de la Motown (los discos de Rodriguez fueron lanzados por un sub-sello de esta discográfica) que empieza alabando al personaje y su música y acaba poniendo en evidencia todas las vergüenzas de la industria de la época. También los momentos finales, donde se nos da toda una lección vital: Los sueños pueden irse al garete pero la felicidad está en las pequeñas cosas (aunque a veces se presenten inesperadamente segundas oportunidades). Y claro, la música maravillosa, no deja de sorprender todo lo que en los 60 y 70 se quedó en el tintero de una industria incapaz de dar salida al torrente creativo de la época.
Valoración: 8/10





(pincha ahí para otras molonas reseñas de pelis rockeras)