"¡Viva el vino!" (Mariano Rajoy, 2007)

Quatermass Rock: Steven Wilson y su enésima obra maestra


Steven Wilson se sentía encajonado dentro del esquema de músicos que tenía en Porcupine Tree: Buenos músicos pero poco dados a improvisar o a darle a su música el tono jazzístico que le pide el cuerpo a Steven en estos momentos. Con esta maravilla llevamos tres álbumes en solitario y el asombro y disfrute de los que comulgamos de manera entusiasta con esta nueva dirección contrasta con las cada vez menos probabilidades de que Wilson vuelva a ponerse un cinturón que no le deja expresarse como quiere dentro de Porcupine. Y ojo porque lo de álbumes en solitario tiene trampa: Wilson tiene una banda con mayúsculas y les deja libertad para expresarse (no pongo nombres pero buscar si tenéis inquietud, de lo mejor en cada instrumento).

Éste “The raven that refused to sing (and other stories)” es uno de aquellos álbumes donde no sobra absolutamente nada, de cabo a rabo cuesta calificarlo de otra cosa que de obra maestra, y ojo porque tampoco es que se pueda encasillar únicamente dentro del rock progresivo: Es cierto que por naturaleza de la música puede ser la primera etiqueta que viene a la cabeza, pero sumergirse en los detalles de este álbum es tropezar con mil y una influencias y sonoridades. Y para mí la maravilla de Wilson es que además de triunfar en los temas largos y pasajes instrumentales (algo no demasiado difícil de encontrar entre la bandas progresivas solventes), es capaz de conseguir temas cortos sobresalientes, de aquellos que sonarían en la radio si aún existiera gusto y sensibilidad.

Uno puede perderse entre la furia y la solvencia técnica de “Luminol”, intrigarse con las texturas experimentales de “The Holy Drinker”, dejarse llevar por el progresivo con mayúsculas de “The Watchmaker” (¡¡¡atención fans de Genesis!!!), o elevarse entre las oscuras texturas orquestales del corte que titula el álbum cuyo maravilloso vídeo os adjunto. Y claro, como menciono en el párrafo anterior, dos temas cortos maravillosos en “The Pin Drop” y “Drive Home”.

Así que si os va la música de calidad y ya no os digo si encima os va el progresivo, esto no puede uno perdérselo, no se me ocurre nadie que en el momento actual esté haciendo música de este nivel.

Disfruten con esta maravilla de vídeo....


Y con esta maravilla de tema de los cortos....

3 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

Tengo la edicion en vinilo y es algo glorioso de ver y oir!!!Steven esta que se sale.Hasta el que hizo con su colega de Opeth y que en un principio no me gusto y me dijiste que lo volviese a escuchar; ahora me parece cojonudo!!!
A+

obidantenobi dijo...

Obra maestra. me pillé la edición deluxe nada mas salió. Y sí, es lo que tu dices, en solitario pero vaya banda.... desde ese bajo (Nick Beggs) hasta ese pedazo de batería "manco" como es marco minnemann. Una maravilla que es mas que una obra maestra al completo como bien defines.

Por cierto, estoy haciendo en mi web el ciclo Bond y vamos casi a la par!!

Saludos!

Unknown dijo...

Acabo de descubrir el blog por los dardos de jindetres y va a ser que me voy a poner cómodo en el sofá y a seguirlo ; )

Cine, literatura y lo más importante: rock progresivo con buen criterio.

Este disco de Steven Wilson es una auténtica maravilla, para mi es lo mejor que ha hecho en solitario, quizás el más cercano a sus composiciones en Porcupine Tree.