Suspense (The Innocents)

Jack Clayton, 1961
Siglo XIX, una institutriz, la señorita Giddens (Deborah Kerr) es contratada para cuidar a dos niños huérfanos en una antigua mansión. El niño mayor, Miles, está internado en un colegio pero pronto es expulsado. Los niños comienzan a ver unos misteriosos espectros a quienes otros sirvientes identifican como una anterior pareja en servicio en la mansión. Consciente la institutriz de que los niños tienen algún tipo de don sobrenatural, hace abandonar la casa al resto de sirvientes para quedarse sola con ellos, presionándoles para que confiesen que es lo que realmente está pasando. Giddens acaba también confusa de tal manera que ya no sabe si ella percibe también a los espectros o si por contra los niños están jugando con ella a algún tipo de juego macabro.

- Deborah Kerr en el papel de su vida, consolando a Miles -

Es ésta una película seminal dentro del campo del cine de terror, e influencia evidente en este género para los años sucesivos. Resulta impresionante el talento de Clayton para aterrorizar mostrando únicamente figuras humanas (inmóviles en muchos casos), el espanto conseguido supera a cualquier monstruo o "susto" prefabricado. El dominio de la arquitectura y del espacio escénico es sublime, y esas presencias resultan espeluznantes, realmente es una de las pocas películas de la época que ha conseguido transmitirme sensación de miedo (mientras escribo estas líneas aún tengo escalofríos reviviendo algunas escenas).

- Una lección de como poner los pelos de punta sabiendo llevar una historia y dominando la escenografía -

La ambientación y el diseño de producción consiguen sus objetivos, y pocas veces se ha visto una casa tan inquietante, ni un lago tan misterioso. En concreto las escenas donde vemos el espectro al otro lado del lago pueden contarse en mi opinión, como de lo mejorcito que la historia del cine de terror nos ha dejado a lo largo de toda su historia. Igualmente el trabajo de iluminación y fotografía es maravilloso, consiguiendo crear en todo momento unas atmósferas inigualables que ya por si solas transmiten opresión y angustia.

- ¿Realidad o ficción?, tendrás que interpretarlo por ti mismo... -

Por supuesto que no es ajena a las virtudes de la cinta la impresionante actuación de Deborah Kerr, así como de los dos niños, que consiguen en todo momento hacer creíble lo increíble y hacer funcionar el juego en el cual debemos interpretar si lo que se nos sugiere es lo que realmente sucede o bien Giddens y/o los niños están interpretando algún papel. Este planteamiento parte de la novela de Henry James "Otra vuelta de tuerca" y de adaptaciones teatrales previas. De alguna manera el título de la novela ya nos sugiere que podemos varias vueltas de "tuerca" al argumento, y esa es parte de la magia de la cinta, sin discusión posible una obra maestra como la copa de un pino.
Valoración: 10/10