Quatermass Pulp: ¿Que me ha pasado?

Llevo ya demasiados días soportando esta situación. De hecho creo que estoy en una situación límite: No puedo alimentarme, el dolor es insoportable y apenas puedo mantenerme consciente a causa de la sangre perdida. Pero creo que voy a sacar fuerzas de flaqueza para dejar escrita mi historia para quien pueda interesarle.

Todo empezó hace unos años cuando comencé a utilizar hilo dental para mi higiene bucal: Ya sabéis, hilo de cera que introducido entre los dientes ayuda a extraer restos de alimentos imposibles de limpiar con el cepillado convencional. Al principio fue bien, ningún problema mientras lo hacía periódicamente, pero me extraño darme cuenta de que cuando por algún motivo no podía hacerlo, mi intranquilidad era enorme. Pasé a no soportar la sensación de tener alimento entre los dientes y mi uso del hilo empezaba a ser excesivo, necesitaba un rollo nuevo cada pocos días y cuanto más dolor me causaba su uso, más impulsado me sentía a seguir hurgando en las heridas. No fui consciente, no puede darme cuenta a tiempo, tuve que haber buscado ayuda entonces.

La altura de mis encías empezó a descender ante los pedazos que iba arrancando con mi estúpido hábito. La sensación del hilo introduciéndose entre los dientes y separando su irritante unión me liberaba, y lo mismo puedo decir de la intensidad de la sensación de hacer penetrar el hilo en la carne de la encía. Cualquiera hubiera identificado esa sensación con el dolor, pero yo no quise ver en que me estaba convirtiendo.

Tuve que dejar el trabajo y me aislé de mi familia en un hostal de mala muerte. Empecé a perder algunos dientes al arrancar literalmente la raíz, y consumía diariamente varios rollos de hilo que friccionaba intensamente contra los restos de mi paladar en un frenesí de dolor que sin embargo era incapaz de evitar. Apenas dormía y me alimentaba ya casi exclusivamente de líquido.

La gravedad de mi demencia me llevó a extremos insospechados. Cuando perdí todos los dientes y solo me quedaban los huesos del maxilar, seguía impulsado a mantener mi hábito pero los materiales del hilo convencional dejaron de satisfacerme. Necesitaba algo más potente: Empecé a utilizar limas y sierras para ir mellando los huesos faciales y seguir recibiendo las sensaciones que me mantenían vivo. Era un monstruo: Mi cara entre la nariz y el cuello era una masa de hueso y músculo que pacientemente iba haciendo desaparecer. Así hasta hoy.

Estoy en una situación límite, necesito infringirme este dolor para seguir vivo. Pero estoy perdiendo demasiada sangre y no puedo alimentarme. Tengo que hacer algo, pero... ¿que? Estoy pensando en el suicidio, no creo que merezca la pena vivir así, pero antes tengo que hacer algo, tengo que irme de este mundo y no merezco sino el infierno, pero yo no tengo la culpa de lo que me ha pasado, tiene que existir alguna razón para que haya llegado hasta estos extremos. Espero seguir vivo los días suficientes como para averiguarlo......

 
¿Continuará?, vosotros mismos.... 

Actualización: Al amigo Becario Lucifer y su blog de referencia se le ha ocurrido calificar este relato según su sistema de calificación, con el siguiente resultado: