Alan J. Pakula (1976)
Confieso no ser fan del cine político, como también me confieso ignorante de muchos sucesos alrededor de la política en USA (¿se preocupan ellos de la política en España?). Pero bueno, harto ya de no saber exactamente de que iba el asunto “Watergate” y sobre todo preparando el terreno para ver “Frost contra Nixon” con algo de conocimiento de causa, he revisado este clásico realizado apenas unos años después de los sucesos narrados. Lo primero es iluminar a otros posibles incultos: Watergate es el nombre de un edificio donde el partido demócrata (entonces en la oposición) tenía unas oficinas que sufrieron un frustrado asalto (ya que todos los asaltantes resultaron detenidos). Este hecho puso en marcha a dos periodistas (interpretados por unos esplendidos Robert Redford y Dustin Hoffman) que fueron incansablemente deshaciendo la madeja hasta destapar la implicación en turbios asuntos del entonces presidente Richard Nixon que se vio forzado a dimitir. No se puede dejar de mencionar al célebre “garganta profunda”, un miembro del gobierno que fue dando pistas a los reporteros y que no salió del anonimato hasta hace pocos años. “Todos los hombres del presidente” es por encima de todo un homenaje a una manera de entender el periodismo: A golpe de teléfono, visitas a domicilio, y máquina de escribir, nuestros hombres resuelven el caso en un mundo periodístico alejado de la banalidad. Por ejemplo, el compromiso de no citar una fuente de información, o la necesidad de contrastar con varias fuentes cada noticia, contrastan notablemente con la frivolidad y la poca objetividad de muchos medios actuales. Espléndida en su narrativa, sorprende sin embargo el planteamiento en el que la investigación es lo único que interesa contar en la película, en ningún momento sabemos nada de las vidas personales de los protagonistas en quizá un intento de no distraer la atención sobre la compleja trama. Además de la pareja protagonista merece mención todo el elenco de secundarios que encarnan a la dirección del periódico en su difícil dilema entre seguir destapando el asunto y el riesgo de que al final no se llegara a buen puerto. Como punto decepcionante, la película finaliza en el momento en el que se empieza a demostrar que nuestros hombres tenían razón, sin embargo nada se narra de la tormenta política posterior, solo explicada mediante unos rótulos sobreimpresos, detalle sin duda menor que no impide calificar como notable esta cinta.
Valoración: 8/10
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Confieso no ser fan del cine político, como también me confieso ignorante de muchos sucesos alrededor de la política en USA (¿se preocupan ellos de la política en España?). Pero bueno, harto ya de no saber exactamente de que iba el asunto “Watergate” y sobre todo preparando el terreno para ver “Frost contra Nixon” con algo de conocimiento de causa, he revisado este clásico realizado apenas unos años después de los sucesos narrados. Lo primero es iluminar a otros posibles incultos: Watergate es el nombre de un edificio donde el partido demócrata (entonces en la oposición) tenía unas oficinas que sufrieron un frustrado asalto (ya que todos los asaltantes resultaron detenidos). Este hecho puso en marcha a dos periodistas (interpretados por unos esplendidos Robert Redford y Dustin Hoffman) que fueron incansablemente deshaciendo la madeja hasta destapar la implicación en turbios asuntos del entonces presidente Richard Nixon que se vio forzado a dimitir. No se puede dejar de mencionar al célebre “garganta profunda”, un miembro del gobierno que fue dando pistas a los reporteros y que no salió del anonimato hasta hace pocos años. “Todos los hombres del presidente” es por encima de todo un homenaje a una manera de entender el periodismo: A golpe de teléfono, visitas a domicilio, y máquina de escribir, nuestros hombres resuelven el caso en un mundo periodístico alejado de la banalidad. Por ejemplo, el compromiso de no citar una fuente de información, o la necesidad de contrastar con varias fuentes cada noticia, contrastan notablemente con la frivolidad y la poca objetividad de muchos medios actuales. Espléndida en su narrativa, sorprende sin embargo el planteamiento en el que la investigación es lo único que interesa contar en la película, en ningún momento sabemos nada de las vidas personales de los protagonistas en quizá un intento de no distraer la atención sobre la compleja trama. Además de la pareja protagonista merece mención todo el elenco de secundarios que encarnan a la dirección del periódico en su difícil dilema entre seguir destapando el asunto y el riesgo de que al final no se llegara a buen puerto. Como punto decepcionante, la película finaliza en el momento en el que se empieza a demostrar que nuestros hombres tenían razón, sin embargo nada se narra de la tormenta política posterior, solo explicada mediante unos rótulos sobreimpresos, detalle sin duda menor que no impide calificar como notable esta cinta.
Valoración: 8/10
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3 comentarios:
Yo la vi hace unos dos años y me pareció interesante, bastante entretenida.
Me gustan sus reseñas Dr.Quatermass, siga así. Un saludo!
Esta peli está rozando el documental de tanta fidelidad a los hechos y de como los expone. Cierto es que homenajea adecuadamente el excelente trabajo de investigación de Bernstein y Woodward, pero omite absolutamente todo lo demás, que fue mucho. El Watergate daba para una segunda parte y quizá algo más.
Habria estado bién ver a los "chicos malos" haciendo su trabajo y no solo viendo los resultados de sus acciones. Además conviene seguir la película con un bloc de notas o una PDA para ir tomando notas, de lo contrario la memoria humana a corto plazo se satura con facilidad con nombres, fechas y cargos.
El final es algo apresurado, y la verdad es que daba para algo más. Buena muestra de documental, con interpretaciones bastante buenas de Redford y Hoffman dentro de los límites establecidos por tan férreo guión.
Mis dos fuentes, que no desean ser citadas, me dicen que no verían inconsecuente una nota de más de siete y menos de nueve, aunque tampoco niegan lo contrario.
Saludos desde el parking.
N.Z.J.
Nacho, que esta peli al fin y al cabo es un entrenamiento para entender algo al ver "Frost contra Nixon" que tengo en en buffer de entrada que en estos momentos parece la cola del INEM de la saturación que tiene. Cierto en lo del final, es algo coitus interruptus..
Saludos
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