Jean-Luc Godard, 1960
El peligro de escribir en 2009 sobre una película como “A bout de soufflé” (permitirme usar el título original con el que era reivindicada en los 70 en la época dorada del cine de “arte y ensayo”), es no valorar en su justa medida hasta que punto la ópera prima de Godard revolucionó las convenciones cinematográficas de la época. Vista hoy, se nos cuenta atropelladamente la historia de un ladrón de coches que recorre París buscando a un acreedor huyendo de la policía mientras intenta seducir a una lunática chica americana. Argumentalmente nada del otro mundo como vemos, sin embargo es imposible ignorar que el gesto de Belmondo frotando el pulgar sobre sus labios y la imagen de la bellísima Jean Seberg y su rubio cabello cortísimo forman parte del imaginario colectivo (no solo cinematográfico), por no hablar de su enigmático y fascinante final. En las formas narrativas, Godard aplicó numerosas innovaciones, como el montaje no lineal (lo que significa que escuchamos el sonido de forma normal pero la imagen va saltando temporalmente), las improvisaciones, o larguísimos planos-secuencia, como la famosa secuencia del hotel, donde los dos protagonistas se pasan ¡25 minutos! en un juego de seducción. Para mi (y para Quentin Tarantino) es una película clave en la historia del cine, lo que no significa que tenga que considerar por ello que es una obra maestra, 25 minutos de plano-secuencia son demasiado para mi.
Valoración: 7/10
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Valoración: 7/10
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3 comentarios:
Uyyy
menudo coñazo de película...yo me aburrí como una ostra y si, puede ser muy importante en la historia del cine, pero a mi no me dice nada de nada...bueno si...ella es preciosa..todo un icono
Cuidadín que algún integrista cinéfilo se te va a tirar a la yugular ;-)
Mira yo siempre digo lo mismo los mitos están para romperlos y una película puede haber sido considerada obra maestra y nuevos canones cinematográficos desplazarla de esa posición. No se si tanto como para considerarla coñazo, yo aprecio no pocas virtudes en ella, pero para mi no es ahora mismo una obra maestra.
Saludos!
Coñazo Monumental. Odio el cine de Godard. Me da igual lo que inventara. Sufrí muchísimo viendo sus películas de joven y encima no me sirvió ni para ligar.
Godard me enseñó todo lo que se puede hacer para conseguir que una película sea inaguantable.
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