Los japoneses son unos cabrones porque matan delfines a escondidas para colocar su carne como carne de ballena a sabiendas de que está contaminada con mercurio y que es altamente perjudicial para la salud. Además el gobierno encubre estos hechos para que la población nipona no se entere del pastel y manipula a la asociación para la defensa de los cetáceos comprando los votos de países del tercer mundo y así evitar la prohibición de su pesca. Punto final. Los autores del documental ya me han transmitido el mensaje y como ya estoy concienciado ya puedo ir a esta web y donar pasta para la causa. ¿Sí?
No suelo seguir mucho el mundo documental porque me suele repatear la frecuencia con que sus autores ofrecen una visión parcial de una realidad, tito Moore incluído (o a la cabeza). Ciertamente la historia de Ric O'Barry es interesantísima: como entrenador de delfines participó durante años en la serie de los años 60 “Flipper”, hasta que se dio cuenta de que los delfines en cautividad sufren un estrés que les puede llegar a provocar la muerte. A partir de ese momento Ric decidió dedicar su vida a divulgar este hecho y a oponerse a la cautividad de los delfines, liberando a todos los que se le ponían por delante. Ahí ciertamente hay una gran historia.
Luego resulta que en Taiji, una pequeña localidad japonesa ocurre anualmente una captura de delfines que busca satisfacer la gran demanda de estos animales para parques acuáticos, y ya puestos como que sobran unos cuantos, los llevan a una ensenada donde pasa algo que las autoridades locales intentan mantener oculto por todos los medios a su alcance. Cuando después de un peliculero montaje para conseguir las imágenes vemos lo que pasa allí (una cabronada sin nombre ciertamente), no es que nos sorprendamos porque es lo que cualquiera se podía esperar. Digamos que el McGuffin de mostrar lo que todos sabemos le da a la película unos entretenidísimos minutos de “acción real”.
Dejarme hacer de abogado del diablo: Es evidente que es cruel matar delfines de esa manera, pero también lo es matar toros pinchándoles con todo tipo de artefactos, el sacrificio de las terneras que nos zampamos, la caza, o la pesca de otras muchas especies para las que tampoco es ajeno el uso del arpón. Así que una de las preguntas que me iba haciendo viendo la película era: “Vale, todo esto es censurable, pero… ¿es algo tan extraordinario?”, porque a uno le puede disgustar más o menos pero la pesca de delfines no está prohibida. Y los autores lo demuestran añadiendo ingredientes: Acaban necesitando más argumentos para justificar su posición, porque cuando parece que hacer todo eso está mal porque los delfines son amigos de los hombres y ya se les putea bastante en cautividad, van y se sacan de la manga el asunto del mercurio y el engaño de vender carne de delfín por carne de ballena. Sí, los delfines están jodidamente contaminados con Mercurio, por lo que zamparse esa carne te derrite las neuronas en un plis. Si el problema es que se matan delfines brutalmente, se denuncia y punto, mezclarlo con que el uso de esa carne es fraudulento me parece que hace perder foco a la historia.
Igualmente su demostración de que la sociedad nipona es desconocedora de lo que se cuece consiste simplemente en preguntar por la calle a cuatro despistados que responden lo mismo que respondería yo si me preguntan: “¿Comes carne de lince?”. Japón es un país con unas tradiciones milenarias de las que se sienten muy orgullosos y toleran muy mal que nadie les diga lo que tienen que hacer. Así que si alguien va a cuestionarles algo lo más probable es que todo el mundo se haga el loco. Vamos que no dudo ni por un momento de que el asunto es sabido por todo cristo en el país del sol naciente y conociendo un poco a aquella gente, lo apoyan por completo. Por tanto, mientras los autores del documental nos intentan endiñar que hay que destapar el pastel para que la sociedad japonesa tome consciencia del problema, el quid de la cuestión es que es imposible cambiar esa mentalidad mientras quede un solo pez que zamparse. Pero claro, el primer objetivo es de aquellos por los que se puede montar una “causa” a la que sacarle cierto jugo, el segundo es directamente imposible.
Pero bueno, en cualquier caso y siempre que no se sea tan rebuscado como yo, me ha parecido un gran documental, con una gran historia (la de O’Barry) y el asunto de Taiji que es una gran excusa para darle un poco de acción al asunto, y lo cierto es que uno no se aburre ni un momento. Ciertamente también es interesante enterarse de las actitudes mafiosas niponas con la compra indirecta de votos y sobre todo, el canguelo que te coge con el tema del mercurio, yo porsiacaso creo que voy a dejar de comer los pescados de este enlace en cuanto consiga traducir sus nombres.
Valoración: 7/10 .
12 comentarios:
Bueno, es una pena que la confianza con la que el delfín trata al hombre se corresponda con este trato sangriento. Por otra parte, los japoneses son como esponjas, todo lo fagocitan o imitan.
Venga, voy a filosofar un poco. ;-)
Yo creo que lo que no tiene nada de extraordinario es matar animales para alimentarse, lo que se entiende que es una necesidad. Lo más denunciable es matarlos o torturarlos innecesariamente, o sea por diversión o tradición, para aprovechar sus pieles, o poner en peligro la subsistencia de la especie, o hacerlo con métodos brutales, que parece que sería el caso. La diferencia estriba en este caso en que un delfín es mucho más inteligente que un salmón y por lo tanto siente mucho más, y además de lo del mercurio si realmente es tan perjudicial para su consumo, así que entiendo que haya una denuncia en este sentido y aparentemente justifica la realización de un documental. Me imagino que si esconden esta práctica y a donde va a parar la carne de los animales, por algo será.
Pero bueno, todavía no he visto el documental así que no puedo valorarlo en sí.
Aunque en el caso de documentales de atrocidades humanas con los animales, de entrada yo personalmente me los creo todos y me resultan objetivos. Y lo que desconocemos.
Me pregunto si se matan a las terneras como a los delfines (tal vez sí, no lo sé, aunque se supone que sufren menos), aunque seguro que también sufren los atunes y demás variantes. Quizás sufran hasta las lechugas, quién sabe.
Quizás hay más terneras que delfines o ballenas, o quizás los delfines nos parecen más afines y nobles. Ya que matamos a nuestros inteligentes (o supuestamente listos) semejantes, dejemos a esos delfines con coeficiente por encima de la media en paz. Terneras aparte.
Porque los delfines son más o menos listos, ¿no? Al menos más que un atún
No me pronuncio al respecto, pero te felicito por el artículo. Me ha encantado tu argumentación !)
Muy buen documental ,nos enseña una de las muchas atrocidades que el ser humano comete sin que le pare nadie los pies ,me entretuvo mucho y me descubrió un caso que desconocia ,no esta nada mal que un documental nos haga ser un poco más buenos con el mundo que nos rodea y con los animales ,saludos!
Uf, me he leído el post como tres veces... es muy complicado. La verdad, el hecho de matar delfines per se no me parece "mal" en sí. La excusa de que son más inteligentes que el resto de animales... bueno, un humano también es inteligente pero si me encuentro con un tigre no creo que eso le importe para hincarme el diente. Lo que dice el Crononauta, también sufren los salmones, también las plantas reaccionan ante un montón de estímulos y son seres vivos... si nos ponemos así... es contranatura, el ser humano mata para comer. A mí lo único que me parece preocupante de lo que dice este documental es el hecho de que se venda carne de delfín como si fuese carne de ballena y que sea mala para la salud, lo otro en sí no. Y que compren a países pobres a cambio de su voto, eso sí que es penoso. Que no digo que esté bien cargarse a estos animales, pero es lo que hay. Que sea una tradición personalmente me la sopla, como todo lo asiático, son culturas que me dan repelús. El tema de los toros... pues sí, también está mal, pero mueve mucho dinero. Es que... es que es lo que hay.
PD: Gracias por decir eso de Michael Moore. A veces lo suyo canta a leguas y no debería ser así porque tiene razón la mayoría de las veces pero con ese populismo no va a ninguna parte.
Pues el ser humano es el único de todos los animales que mata no solamente para sobrevivir, mata muchas veces innecesariamente y encima debate sobre si está bien o mal hacerlo. Vamos, no me voy a poner en la moralina de que no como carne porque sería ridículo pero condeno y me afecta lo de los delfines de este genial documental como la espantosa tortura de los toros por más excusa cultural que quieran ponerle algunos. Una cosa no quita la otra, no necesito que un documental me venga con algo extraordinario, me basta con que contado aun en forma "populosa" o "soporífera" me cuente algo real.
Hola, gracias muchas por vuestros sabios comentarios. Curiosamente pensaba que iba a ser un post polémico y que me ibais a crucificar por insensible, pero me habéis demostrado ser unos lectores inteligentes, eso... ¡o que os he vendido la moto!
Aitor, que no se si lo complicado es el post o tomar una postura, bueno si es lo primero no me extrañaría en absoluto!
Un saludo!
Jajajaja! Pero que usted no tiene corazón es voz populi, estimado Doc!!!
Sin duda esa es la actitud hacia los documentales que tanto triunfan ultimamente. Sutilmente comparo en mi reseña la caza y muerte de eso delfines con la gente que cae(mos) en dichas trampas para acabar soltando pasta.
Me parece más preocupante que de una matanza se cree un mercado de carne tóxica. Es decir, se supone que hacernos comer mierda debe ser barato, pero aquí se untan incluso a gobiernos...
De paso, me gustó conocer más detalles de los delfines, como el hecho que sean capaces de reconocerse en un espejo, cuando yo soy incapaz ciertas mañanas.
1 saludo!
¿Pero las ballenas no están protegidas?... ¿o deberían estarlo?...
No he visto este documental. Y no me interesa mucho. Me has dejado sorprendido nada más empezar con lo del mercurio.
Y respecto al tema...
Pues bueno, más o menos coincido en lo que dice Pabela.
Un saludo.
Por cierto, se me olvidaba.. yo te pongo el primer clavo por insensible (je,je).
Publicar un comentario